viernes, 11 de noviembre de 2011

La publicidad y sus dos finalidades básicas.

La publicidad está formada por textos que buscan persuadir a los destinatarios de sus mensajes para que o bien consuman productos (sería la publicidad propiamente dicha), o bien actuén de determinada manera, es decir, provocar acciones o conductas (sería la propaganda). Esta segunda suele ser de interés público, esto es, buscan mejorar la sociedad o el mundo en alguno de sus aspectos.
A continuación aparecen dos anuncios publicitarios televisivos que ejemplifican cada una de estas finalidades.
El primero es el anuncio de un coche:



En este anuncio podemos ver como el publicista que pretende vendernos el coche juega, además, con una serie de valores que asocia al coche. Algunos de ellos son la tecnología; el confort; la diversión y el carácter alemán (supongo que fiabilidad en la mecánica y conducción).

El segundo anuncio, por el contrario, forma parte de una campaña de educación ambiental que pretende modificar una conducta; el uso excesivo del automóvil, y su sustitución por medios de transporte alternativos como la bicicleta.


viernes, 1 de octubre de 2010

Guías de lectura; Plenilunio

Sobre Plenilunio:

Con esta guía de lectura se pretende ayudar al alumno de bachillerato a descubrir posibles respuestas a las siguientes cuestiones que sobre la obra se plantea en la selectividad.

1. Explica la construcción de los personajes en Plenilunio
2. Define y explica los principales temas de Plenilunio
3. Explica las principales técnicas narrativas en Plenilunio
4. Explica el tratamiento del tiempo y el espacio en Plenilunio
5. Explica el punto de vista de la narración de Plenilunio

En esta guía no nos pararemos a descubrir el argumento de la obra de Muñoz Molina. Esto no tendría lógica, ya que vais a leer la novela en las próximas semanas –no aconsejo leer más de cincuenta o sesenta páginas al día¬-. Así pues empezamos directamente por la explicación de la construcción de los personajes.

El alma de los personaje en Plenilunio de Muñoz Molina.

En Plenilunio tenemos un abanico de personajes con mayor o menor peso en la novela. Algunos son planos, sin complejidades, representan “tipos” como el padre Orduña. Este cura es el arquetipo del sacerdote libertario (el cura obrero de los años sesenta y setenta), no hay contradicciones en su carácter o manera de vivir la vida.
Por otro lado, tenemos, a mi entender, tres grandes personajes redondos o complejos (que sí son contradictorios y sorprenden).
El inspector es sin duda el personaje con más peso en la novela ya que como bien dice José Sánchez Reboredo es el elemento común a los diferentes hilos narrativos de la obra (investigación criminal, historia amorosa, acoso terrorista). Además, es un funcionario que ha vivido como un animal durante años de servicio en el Pais Vasco, siendo depredador y presa, lo que le ha llevado al borde de la locura y la autodestrucción.
Pero hay algo más que le hace un ser complejo; su gran pecado. El inspector es el hijo de un rojo represaliado al que traicionó al entrar en la policia franquista. Su culpa le persigue igual que le persigue el recuerdo de su padre:
… el viejo que murió desengañado y todavía indómito, avergonzado de su único hijo, negándose a verlo: todos exigiendo cosas, pidiendo cuentas incluso desde el otro lado de la muerte, todos espiando y escrutando cada uno de sus actos, inoculándole quejas y acusaciones en sus propios pensamientos.

Pág. 322

Ahora, ya pasados los cincuenta años y con una evidente sensación de fracaso vital (también de derrota ante el paso del tiempo que a mi juicio es uno de los temas de esta novela), vive por y para encontrar al asesino de la niña, mejor dicho, por hacerle justicia a la niña, por no traicionarla. Precisamente esta es su gran obsesión.

… a la gente se le olvidan las cosas, nosotros mismos non volvemos más negligentes, nos preocupamos de otras cosas, se va borrando todo y llega un momento en que no hay remedio. Pero a mí no se me olvida, no estoy dispuesto a permitirlo, no tengo derecho. Cada mañana cuando me despierto me impongo la tarea de seguir acordándome y de sentir la misma rabia que el primer día, la primera noche, cuando encontramos a Fátima, pero tengo la sensación de que cada vez me parezco más a su padre, igual de impotente,….

Pág. 297

Y así llegamos al otro gran personaje redondo; la maestra Susana Grey. Es, a mi juicio, Susana un personaje altamente simbólico.

Primero, porque tras una vida de resignarse a vivir unas circunstancias vitales impuestas por otros, y que ahora la condenan a vegetar hasta su jubilación y muerte, se rebela y pone toda la carne en el asador para buscar la felicidad. Recordemos que es ella quien da siempre el paso decisivo en su historia de amor con el inspector. Precisamente, este cambio tan radical en el personaje (Quizás no tan radical, pues tanto Ferreras como la madre de Fátima ya admiraban en ella su valor y entereza), lo convierten en un personaje complejo y sugerente.

Segundo, porque encarna, como descubre el inspector en su primera noche de sexo, “la solitaria resistencia contra el desánimo y la adversidad”, y más importante; un refugio frente al sentimiento de culpa y el remordimiento como le confiesa el policía a Orduña en la página 382:

,y yo ahora en lo único que pienso es en el tiempo que me falta para volver a verla,….Eso también me pasa por primera vez en mi vida, no me muero de culpabilidad y de remordimiento, ya no me da igual morir….

El pescadero psicópata es el tercer gran personaje de la novela. En una lectura superficial se podría decir que es otro personaje plano; un cobarde frustrado y reprimido que se venga en seres indefensos.

No obstante, y aunque esto fuese cierto, no deja de ser interesante la mezcla de traumas, complejos, frustraciones y rencores que fraguan el monstruo.

Primero, observemos que nuestro psicópata siente un inmenso rencor ante sus padres que le han impuesto una vida que lo frustra. El trabajo en la pescadería lo heredó muy joven cuando su padre enfermó, y desde ese momento quedó “atrapado” en una vida vulgar. Es un ser invisible que convive con sus padres, la vejez de estos, y las enfermedades y circunstancias que suelen acompañarla.

…, no el asco de cuarto de baño donde él debe ducharse, con la cortina de plástico sucia de hongos, no infectada por los microbios del viejo porque lo que es ducharse el viejo no se ducha nunca, ….

Pág. 265

Al mismo tiempo, porque es un ser cobarde y sin carácter incapaz de cambiar sus circunstancias vitales (podría emanciparse, buscar otro trabajo, formarse,…). Muy al contrario no hace nada salvo acumular frustración y odio hasta que se venga.

Pero ¿por qué a través de la violación y asesinato de niñas? La respuesta es sencilla en cuanto comprendemos que el psicópata sufre de impotencia sexual. Es probable que esta impotencia esté relacionada con sus complejos de inferioridad, pues sólo tiene erecciones cuando percibe que tiene aterrorizada y sometida a su victima, y él es el dueño de la situación. Este control no lo tiene asegurado con una mujer adulta como demuestra la escena del prostíbulo.

Principales técnicas narrativas en Plenilunio.

Apartado este muy importante, porque lo dicho sobre los personajes lo sabemos a través de una serie de técnicas narrativas que tienen que ver con un concepto básico de la narrativa del siglo XX; la modalización.

Este concepto se refiere al “punto de vista”, que engloba dos aspectos diferentes pero complementarios (como el significado y el significante en el signo lingüístico, o la cara y la cruz en una moneda). Me refiero a la visión (quién ve) y a la voz (quién habla).

Por ejemplo, en una narración podemos encontrar las voces de un narrador en 3º persona, la voz de un narrador-personaje en 1º persona, las voces de los demás personajes, etc….. Pero, el narrador en 3º persona puede ser omnisciente y tener acceso a los pensamientos de sus personajes, o ser un narrador “camara” (de cine) que solo ve lo que hacen, pero que no tiene acceso a la mente de estos (sería el narrador típico de las novelas policiacas y de misterio).

Precisamente, una de las revoluciones narrativas del siglo XX fue el descurbrimiento de la técnica narrativa que consistía en que la voz narrativa tomaba prestadas las visiones (pensamientos y sentimientos) de los personajes. Se conoce como omnisciencia selectiva y multiselectiva (selectiva o multiselectiva porque va entrando en la cabeza de los personajes según le interesa).

En el caso de Plenilunio lo que tenemos es un narrador omnisciente en 3º persona (no es un personaje de la novela), pero que practica la omnisciencia multiselectivata (es decir, es frecuente en esta novela que la voz sea la del narrador, pero la visión sea la de los personajes). Vendría a ser el Punto de vista en Plenilunio.

Para ello el narrador recurre a diversas técnicas de “modalización”. Me refiero a técnicas como los discursos directos, indirectos y a monólogos interiores en el caso de los personajes principales. Así, vamos averiguando cosas de los personajes que terminan por mostrarnos sus frutraciones, sus complejos, sus obsesiones,… su alma.

Analicemos, por ejemplo, la construcción del personaje del asesino:

El discurso directo libre (en el discurso del narrador se insertan fragmentos literales de los pensamientos del asesino).

Oye el despertador en la habitación iluminada por la luna, la voz de la radio, la voz silbante y cálida de una mujer que hace un programa de llamadas nocturnas, puta, piensa, lo dice en alto, con cuidado, para que no lo oigan, es muy tarde pero nunca se sabe, las paredes oyen,…


Discurso indirecto libre: Seguimos oyendo la voz del narrador (en 3º persona), pero este pasa a reproducir (sin avisarnos de ello) el pensamiento del personaje.

Se toca despacio, empieza a imaginar cosas y la nota que va creciendo, violácea y obstinada bajo el agua, pero no como en las películas o en las revista, eso no hay modo de negarlo, aunque esos tíos esten todos operados,….

Monólogo interior (reproducción literal del pensamiento de un personaje que expresa su sentimiento más íntimo, próximo al subconsciente. Muchas veces aparece sin puntuar y con una sintaxis elemental o incluso ilógica, en un intento por reproducir de manera realista nuestra forma de pensar). En la novela tenemos un ejemplo cuando el asesino se regodea en su crimen que recuerda en tercera persona como si viera una película:

Nadie va a decirle a uno nada por llamar a un portero automático o por entrar a un portal y mirar los nombres de los buzones, nadie puede notar el temblor de las manos,…..

Pero no sólo el asesino es construido con estos juegos de modalización. También los otros personajes principales se conforman así. Fijémonos por ejemplo en la niña cuando a través del discurso indirecto libre presenciamos su terror al identificar a su violador:

… le estaba diciendo con los ojos lo que le decía algunas veces en sueños, que iba a volver para acabar con ella […], le estaba hablando y nadie más que ella lo podía escuchar.

No podemos, sin embargo, obviar algunos momentos decisivos para la construcción del personaje. Me refiero a aquellos en que el personaje hace una “confesión” íntima sobre si mismo a otro personaje utilizando la tradicional técnica del diálogo. Por ejemplo, cuando el inspector reconoce ante el padre Orduña su “traición” a su padre rojo represaliado y a su clase.

– ¿Discutíais mucho?
–Apenas lo veía. Le dio una trombosis y cuando llegué al hospital yo creo que ya no me reconoció. Seguramente pensaba de mí lo mismo que usted, pero a él no le daba reparo decírmelo en la cara.
– ¿Lo mismo que yo? –Muy cerca del inspector, más bajo y ancho que él, el padre Orduña se erguía para mirarlo a los ojos–. Qué sabes tú lo que pienso yo.
–Que cometí una especie de traición a los míos, quienesquiera que fuesen. Ustedes siempre andaban buscando traidores y apóstatas, gente a la que exomulgar.

Pág. 127.

Principales temas de Plenilunio

En realidad, esta es una novela policiaca sólo en apariencia, ya que los crímenes y la investigación de los mismos son sólo una excusa para tratar otros temas que paso a exponer en las siguientes líneas.

1. Podemos empezar por el tema de la violencia; la percección del mundo como una realidad hostíl, caótica, violenta y estúpida. Y atrapados en esta realidad, pero a la vez rebelándose cada uno con sus estrategias, una serie de personajes; el inspector y su necesidad de no traicionar a la niña muerta, Susana y su dignidad, Ferreras y su celo profesional. De hecho, el propio Ferreras nos da la clave cuando en la página 164 el narrador nos explica que:

Pero hacia los vivos Ferreras no estaba muy seguro de sentir verdadera piedad, porque lo que sentía cada vez más, a medida que se le iban pasando los últimos años de la juventud, era incomprensión, desconcierto, ira, recelo, pavor, un deseo cada vez más definido de apartarse del mundo…., y de intervenir en él unicamente mediante la práctica rigurosa de su trabajo , que constituía para él como un reducto de la claridad y la razón, de la modesta esperanza humana… a que la sinrazón y el desorden no prevalezcan incondicionalmente.
Pág. 164

Relacionado con lo anterior estaría la soledad del ser humano en las sociedades modernas y la insolidaridad.

2. Reflexión sobre la indefensión de las victimas.

Días después del entierro de la niña asesinada los ánimos de la población se han calmado, la vida vuelve en apariencia a transcurrir con normalidad. Sin embargo, la sombra del miedo al asesino anónimo permanece entre los habitantes:
Contaban cosa, se corregían entre si,[…] , echaban los cierres de las tiendas en las noches de frío y lluvía que llegaron con el invierno y miraban hacia la oscuridad del fondo de la calle con aprensión de vigilancia, recelando de los desconocidos, de cualquier sombra solitaria que surgiera entre los coches aparcados….

Pág 78.

Este mismo párrafo se podría aplicar a los cientos de personas que eran objetivos potenciales de la organización terrorista ETA que durante los años en que está ambientada la novela sembro el terror con sus asesinatos por toda España. Recordad que el inspector había pasado la mayor parte de su vida profesional en el País Vasco persiguiendo y siendo perseguido por los miembros de esta organización. Es más, esta situación, esta angustía era la causa por la que la esposa del inspector había perdido su estabilidad emocional y estaba recuperándose en un sanatorio psiquiátrico.

3. Estudio de la complejidad del alma humana.

Dentro de este tema encontramos una serie de subtemas que sirven al autor para reflexionar sobre aspectos del ser humano como: insolidariedad y solidaridad; crueldad y piedad; egoismo y ética.

3.1. La mirada como espejo del alma.

El padre Orduña tiene una teoría; la crueldad se puede descubrir en los ojos de los malvados. Orduña asume ese dicho popular que afirma que el rostro o la mirada es el reflejo del alma. Así, y siguiendo los consejos de su viejo profesor, el inspector recorre día tras día las calles de la urbe buscando los ojos del asesino de la niña. Pero al final cuando atrapa al criminal llega a la conclusión de que:
… Podría haberlos visto mil veces y no habría sospechado de ellos [de los ojos del asesino]. Cualquier mirada puede ser la de un inocente o la de un culpable […] Definitivamente, la cara no era el espejo del alma.

Pág.420

¿Pero, realmente, la conclusión del inspector es correcta, o más bien el problema es que nuestro policía no sabe ver? Porque, al contrario que él, el narrador y otros personajes como Susana si que son capaces de descubrir una característica terrible en la mirada del asesino; sus ojos están muertos:
La voz muy suave, quejumbrosa, dócil, perfectamente falsa, como la reverencia cobarde de los ojos muy juntos, grandes y muertos, como los ojos de los santos en los iconos o en los mosaicos bizantinos, dijo Susana Grey al verlos…

Pág. 430.

3.2 El alma humana y los dos polos de la misma; el alma de la victima vs el alma del victimario.

Es de nuevo Ferreras quien nos vuelve a dar la pista para delimitar este tema. Me refiero a cuando el narrador nos descubre las reflexiones del médico forense en el siguiente fragmento:

…, después de las palabras técnicas de su informe, del punto final y de la rúbrica, comenzaba una zona de oscuridad hacia la que Ferreras sentía cada vez más miedo […] lo que había sucedido de verdad en el alma de la mujer violada, lo que se había roto para siempre y lo que aún era posible restituir y curar, lo que latía tan turbiamente en la conciencia del violador, la sucia lujuria o la arrogancia o el odio que lo había empujado a actuar.

Pág. 166.

Así, también para el inspector el alma del criminal es un misterio. De hecho, al final del interrogatorio del joven pescadero reflexiona:
«Esta actuando y aunque ahora cuente cada cosa que hizo y diga que se arrepiente todo formará parte de su actuación, y ni yo ni nadie podrá saber nunca lo que piensa o siente de verdad, ni siquiera si piensa algo, si siente algo»

Pág. 434

Sin embargo, nosotros los lectores, al contrario que el inspector o que Ferreras, sí hemos tenido acceso al alma del criminal y al alma de la victima.

De hecho, sabemos que motiva los crímenes del psicópata; el placer que siente al ser dueño de su víctima y su total falta de remordimientos o capacidad de compasión. Y por otro lado, también somos testigos de cómo el alma de la victima, queda herida, traumatizada, enferma de miedo:
…, Paula, vio lo que su memoria no había querido recordar, lo que tan sólo había vislulmbrado noche tras noche en las pesadillas, los ojos alargados y muy juntos, con una zona de sombra en torno a las cejas, la mirada fría, muerta , invariable, fija en ella […] y sobre todo los ojos, los ojos que sólo la miraban a ella, que la descubrían sin esfuerzo [… ] le estaba dicieno con los ojos lo que le decía algunas veces en sueños, que iba a volver para acabar con ella…

4. Un cierto feminismo.

He extraido de un estudio sobre Plenilunio que podeis encontrar en la página del IES de Poio el siguiente texto :
El personaje de Susana nos introduce transversalmente en otro tema: el cambio del rol y de la personalidad femenina con el paso de los años. La propia Susana, en un primer momento volcada en y anulada por su camino , tras la separación, logra sobreponerse y hacerse a sí misma y salir adelante con su hijo. Una vez que conoce al Inspector, va a ser ella quien, sin pudor, tome la iniciativa, algo impensable años anteriores. Incluso, a pesar de que la relación pueda tener un futuro aún cuando la mujer del Inspector ha salido del hospital, es capaz de anteponer, a una edad antes considerada como "demasiado tarde"- los 40 años- un cambio de trabajo a ésta. Susana encarna la nueva femineidad, la nueva mujer que se aleja de los roles clásicos.

5. Hay en la novela una serie de leit motiv − el tema de la fragilidad de la vida humana, su fugacidad e intranscendencia, con la vejez como destino ineludible− que se entrecruzan hasta formar un cuadro existencial que podríamos titular el paso del tiempo. Este tema obsesiona o persigue a todos los personajes, aunque cada uno de ellos se enfrenta de manera diferente al mismo.

Por una parte, tenemos al inspector; un hombre de cincuenta y tantos al que la vida se le ha pasado sin darse cuenta. Llega a las puertas de la vejez cargando con los remordimientos que le generan una serie de “traiciones”; ha traicionado a su padre, a su clase social, a su mujer.... aquí podríamos hablar del subtema de la traición.

Por otra parte, el vivir una existencia sin sentido, o mejor dicho; vegetar, es lo que angustia a la maestra. Sin embargo, su postura es rebelarse; primero iniciando una relación sentimental con el inspector, y luego trasladándose a Madrid para empezar de nuevo.

Finalmente, el psicópata que ve en sus padres lo más triste del ciclo vital; la vejez con su fragilidad, decadencia física y mental,… incluso cierta sordidez.

Tratamiento del tiempo y el espacio en Plenilunio

Plenilunio es una novela donde los acontecimientos se narran siguiendo una cronológica lineal. Todo empieza a principios de noviembre cuando es asesinada la niña. Ocho semanas después, y durante otra luna llena (recordemos que cada ciclo lunar tiene veintiocho días, es decir, cuatro semanas) se da el segundo ataque. Así pues estamos en enero. Termina la narración, en plena primavera, el día anterior a la mudanza de Susana a Madrid. Susana es profesora por lo que tenemos que estar a finales de junio o en julio.

Que la narración sea cronologicamente lineal no está reñido con que los personajes bien en conversaciones, bien reflexionando en soledad, rememoren momentos de su pasado. Incluso hay un momento muy interesante desde el punto de vista narrativo, cuando el asesino a la vez que perpetra el segundo ataque revive el asesinato de ocho semanas antes.

El espacio tiene un evidente valor simbólico sobre todo para el asesino. Para él la ciudad se divide en diferentes zonas: la zona “vieja” es la parte sucia y decadente que le asquea como le asquean sus padres. Es evidente que representa su vida, esa vida que detesta. Por el contrario, la parte nueva le fascina con sus luces, jardines, comercios y cafés, a la vez que siente envidia y rencor por los afortunados que viven en ella. Finalmente, el parque donde lleva a sus victimas es el mismo parque donde iba a espiar a las parejas. Por lo que sabemos en ese parque nunca hizo otra cosa que mirar a escondidas.

Quizás sea interesante mencionar que el espacio por el que se mueve nuestro psicópata es un espacio nocturno. El medio en el que un depredador se siente más cómodo para cazar.

También confrontada con Susana tiene un valor simbólico la ciudad. Esta urbe ha ido cambiando ante sus ojos como muestra innegable del paso del tiempo y se ha convertido en una especie de cárcel donde quema su vida. Fijaos que cuando decide vivir busca espacios fuera de ella (el mesón, el hotel). Finalmente, para ser libre huye a Madrid.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Los detectives salvajes (Reseña)

Novela que nos muestra a un conjunto de personajes que constituyen una particular clase de seres humanos, puede que incluso una raza; la de los poetas “perdidos”, destruidos por la desesperación. Esa desesperación que viene dada por vivir en un mundo donde la estupidez, la crueldad y, sobre todo, la banalidad es el pan nuestro de cada día. De hecho son seres a los que les duele el alma como afirma Fabio Ernesto Logiacomo en marzo de 1976.


Como reacción los diversos personajes buscan una salida a su desesperación; poesía, sexo y lucha política son los más frecuentes. Sin embargo, los más trágicos, persiguen utopías inalcanzables que les llevan a la marginación literaria y social, ya que para ser un miembro de la hermandad de los poetas verdaderos no se puede hacer concesiones al sistema. Citando las palabras de Luis Sebastían Rosado:


los real visceralistas no estaban en ninguno de los dos bandos, ni con los neopriístas ni con la otredad, ni con los neoestalisnistas ni con los exquisitos, ni con los que vivían del erario público ni con los que vivían de la Universidad, ni con los que vendían ni con los que compraban, ni con los que estaban en la tradición ni con los que convertían la ignorancia en arrogancia, ni con los blancos ni con los negros, ni con los latinoamericanistas ni con los cosmopolitistas.

Pero también, hay vías más modestas aunque no por ello menos frustrantes, como es el caso de Rosario, buscando a alguién a quien admirar y cuidar.


Con todo, el objetivo común a todos ellos es darle sentido a la vida.


Y es aquí donde llegamos a lo que probablemente es el meollo de la novela; porque la trágica verdad es que la vida es un sinsentido; una caída libre desde la inocencia y las grandes utopías de la juventud hasta estrellarnos con la derrota final y la muerte, pasando por el intento –esteril− de darle sentido a la vida a través del amor.


Pero, ahora que lo pienso, incluso hay algo todavía más trágico que vivir una vida sin sentido. Me refiero a ser consciente de ello, luchar de manera agónica por encontrar una solución aceptable, y finalmente aceptar que tal solución no existe; estamos condenados. Y en esta novela encontramos a varios personajes que tienen esta terrible lucidez; Norman Bolzman, Ulises Lima, Arturo Belano, intuyo que Cesarea Tinajero mucho antes que ellos...


Una última observación, todos estos seres enfermos de esa "lucidez agónica" terminan "suicidándose" de una manera u otra; Cesarea, que tras sus últimos y desesperados intentos como maestra y sindicalista, se recluye en un villorio perdido que en palabras de Juan García Madero:

...El pueblo de Villaviciosa es un pueblo de fantasmas. El pueblo de asesinos perdidos del norte de México...

Belano persigue a la muerte en África, Lima se sumerge en la marginación y quizás en la locura...